Este proyecto residencial se desarrolla en dos bloques cuidadosamente ornamentados con texturas naturales de piedra y madera. Ambos bloques están diseñados para destacar la belleza orgánica de los materiales, lo que realza la combinación de materiales y crea un juego elegante entre la calidez de la madera y la solidez de la piedra. La fachada cobra vida integrando áreas verdes que rodean su estructura y una fuente que complementa el diseño moderno y sofisticado del conjunto.

 

En los interiores se destaca la presencia de la paleta de materiales en madera color roble, madera roble blanqueado en duela y acabados metálicos que resaltan el contraste entre lo natural y lo contemporáneo. En el recibidor predomina la luz natural, donde se destaca la presencia de las escaleras que comunican los espacios sociales y privados con una minimalista luz LED.

 

La sala y el comedor están conectados, ambos espacios bañados en luz natural, creando el ambiente ideal para la convivencia. Estos se extienden hacia el jardín trasero, rodeado de vegetación y equipado con mobiliario exterior, integrando el interior con la naturaleza. La combinación de texturas, desde las alfombras hasta la selección de mobiliario, junto con la iluminación y los espejos ahumados, refuerzan la estética contemporánea de la residencia. Al centro de la casa, un jardín interior añade un elemento dinámico, manteniendo una conexión orgánica con el entorno y enriqueciendo la experiencia visual del hogar.

 

Las habitaciones mantienen una estética elegante, donde la habitación principal cuenta con su propio TV Room que divide la habitación en 2 a través de un muro central. Las recamaras secundarias se complementan con escritorio, candiles y ventanas que se comunican con el exterior y complementan la experiencia.