A las orillas de Miami, esta residencia de una sola planta fue rediseñada para adaptarse a las nuevas dinámicas de su familia. La transformación no solo buscaba ampliar espacios, con la adición de una sala, un estudio y un recibidor exterior que también funciona como estacionamiento, sino también redefinir su identidad con un enfoque contemporáneo y sobrio. Manteniendo la conexión entre interiores conexión entre interiores y exteriores.

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La fachada establece un carácter distintivo con piedra tecnológica en acabado listoneado y madera en celosía y plafón, que contrastan armoniosamente con la vegetación existente, utilizada como un marco natural. Este diálogo entre arquitectura y entorno define el espíritu de la remodelación.

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En el interior, los materiales se integran en un diseño que fluye en interiores y exteriores. Pisos de piedra tecnológica clara y duelas aportan calidez y textura, mientras que paneles de aluminio cepillado en tonos grises y superficies de piedra inspiradas en pietra gray refuerzan la estética contemporánea. Acentos en rojo quemado, desde cojines hasta lámparas, añaden un contraste vibrante, mientras que los espejos ahumados y mobiliario de baja altura consolidan un ambiente sobrio y sereno.